
























work in progress
Los días y las horas.
El mar y las olas
(La agenda del mar)
Estos pequeños dibujos a carbón en papel de agenda Moleskine (14 x 9 cm) enmarcadas en portarretratos son un acto de resistencia y de lucha pasiva contra el tiempo convertido en un sitema de control.
Son una reactualización conceptual del tema de las marinas. una reflexión sobre el paso del tiempo, paisajes emocionales, autorretratos, pero sobre todo un acto mínimo de reivindicación del tiempo propio, contra la burocratización sistemática de la rutina planteandonos una reflexión sobre la deriva de lo inevitable en nuestras vidas.
Pretenden como documentos levantar acta a través del dibujo, sobre el aburrimiento, la inutilidad y lo sublime, la belleza inaprensible tras el acto de contemplación que se no exige ante la vida que se nos escapa entre los días y las horas. Quieren montrarnos un tiempo que es como el mar y las olas que cesan, que no dejan de romper y de estar ahí, pese a estar tras las celdas del papel pautado de nuestras agendas y la abusrada busqueda de la productividad de las jornadas en nuestro día a día.
En este caso dibujar es un acto de afirmación sobre lo pequeño, lo inútil, lo efímero, la lentitud, la pequeñez o el silencio que se impone al estruendo de la actualidad y que acompaña cualquier acto de creación. Porque cualquier expectativa de representación no es más que una quimera.
Un día cualquiera, un mar imaginado, las horas dibujando y las olas que se lo llevan todo, el agua, como el carbón, destruyen y levantan sobre el polvo y las cenizas nuevas visiones sobre las que detenernos y volver a posar la mirada cada vez de forma distinta. Son algo pequeño, que nos muestra algo más grande que nosotros, algo que nos saca de la realidad para incluirnos, y llevarnos ante nosotros mismos.